Son animalitos que pueden llegar a medir cerca de cuatro metros y pueden llegar a pesar hasta 300 kilos. Viven en grupos de seis o más de cien individuos, se comunican entre si mediante diferentes silvidos. Unos a otros se ayudan y cuidan mucho a sus crias, las crias nacen bajo el agua, la madre y otros adultos la ponen a flote, sobre la superficie para que puedan respirar. Están provisto de dientes y pueden fluctuar entre los 200 y 260 dientes, son los animales mas juguetones que hay en el mar y se les ve dando saltos y tumbos en las olas de los mares. Siguen a los buques por espacio de centenares de millas y por rápida que sea la marcha nunca se quedaran resagados.
Estos animalitos estan en peligro constante, ya que muchos los llegan a cazar cuando pescan el atún y no solo se va uno por red, hay veces que van de 10 a 12 delfines incluidos con el atún. Pero no solo por eso corren peligro los delfines ya que también los llegan a utilizar como experimentos militares, principalmente los alemanes, o si no los utilizan para conocer el funcionamiento de su cerebro o de la ondas que transmiten por su medio de comunicación. Otros más bien los utilizan como medio de entretenimiento en los parques acuáticos, para sus visitantes, pero si bien el público se enterase del proceso por el cúal pasan estos indefensos animales la verdad no sería tan agradable como irlos a ver, un delfín no es simbolo de entretenimiento es más bien un simbolo de inteligencia superior que muchos de nosotros como seres humanos no hemos podido desarrollar.
Para comprender como pueden utilizar el sonido los seres
humanos y los animales, tenemos que saber que las ondas sonoras se
pueden desviar y reflejar. Si recordamos la compresión y
expansión que experimenta el sonido alternativamente al
atravesar cualquier elemento, aire o agua,
estamos preparados para incorporar un concepto nuevo:
la longitud de onda. Si medimos la distancia entre una
compresión y la siguiente, esta distancia se llama
longitud de onda. Cuanto mayor es la frecuencia, menor
será la longitud de onda. Como conocemos la velocidad del
sonido en los distintos materiales,
conociendo la frecuencia del sonido podemos calcular su longitud
de onda. Un objeto que sea grande en comparación con la
longitud de onda de un sonido reflejara buena parte de este
sonido. Estos reflejos se llaman eco. Los sonidos rodean los
objetos que son pequeños en comparación con la
longitud de onda. El hecho de que los objetos reflejen el sonido
ha sido aprovechado por el hombre en
la navegación para localizar los icebergs o el fondo, en
la pesca
comercial para encontrar grandes bancos de peces,
y en operaciones
militares para determinar la posición de los submarinos.
Sabemos que los materiales de
diferentes densidades reflejan el sonido; por lo tanto, en el
océano el sonido rebota contra la superficie, el fondo y
las masas de agua de diferentes temperaturas, además de
los animales y las plantas. Las
capas de agua que tienen temperaturas diferentes desvían
las ondas sonoras que no se reflejan. De este modo, una onda
sonora que recorre el mar se expande, es absorbida, cambia de
dirección, es reflejada y se dispersa.
Cuanto mayor sea la frecuencia del sonido, mayor será el
efecto. Por este motivo, la mayoría de las sondas por eco
de largo alcance que utilizan los barcos operan a una frecuencia
por debajo de los 5.000 Hz. Para detectar objetos pequeños
a distancias mucho más reducidas, los sonares operan a una
frecuencia que escapa al alcance auditivo del hombre, es
decir, por encima de los 20.000 Hz.
Viven únicamente en el gran lago Tung-Ting 1,000
kilómetros rio arriba del Yank-Tsé en China. Con
casí dos metros y medio de largo y un peso de cerca de 120
kilogramos, estos delfines de color
pálido se hallan muy lejos de su ambiente
originario, el Océano. Casí ciegos, emplean sus
largos y sensitivos picos para tentar el fondo del lago en busca
de peces. Cuando se asoma fuera del agua su alta aleta dorsal
sugiere la impresión de una bandera.
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